NOBILIS GUMBORO 228E

Vacuna a virus vivo para la vacunación contra la enfermedad de Gumboro.

FORMA FARMACÉUTICA:

Agua para inyección a:

1.0 ml. Viales de 500, 1.000, 2.500, 5.000 o 10.000 dosis en cajas de 10 viales.

Contenedores con 1000, 2500, 5000, 10 000 o 25,000 dosis en empaques con 10contenedores.

INDICACIONES:

La vacunación de los pollos contra la enfermedad de Gumboro.

Esta vacuna puede ser utilizada desde día 7-14, día 14-17, día 14-21 y día 21-28, dependiendo de los antecedentes de vacunación de la bandada de origen.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:

La vacuna puede administrarse en el agua de bebida. Debe disolverse en un volumen de agua que será consumido por los animales aproximadamente en 2 horas.

Programa de vacunación:

La cepa vírica vacunal 228E es una cepa parcialmente atenuada del IBDV. Consecuentemente, el virus es capaz de romper la inmunidad maternal en una fase temprana y propagarse mejor entre las aves vacunadas.

La edad a la cual las aves pueden ser vacunadas depende del nivel de anticuerpos maternales (MDA) y, por lo tanto, del tipo de ave y del modo en que las madres han sido vacunadas.

Pautas:

  1. Vacunación de pollos procedentes de madres vacunadas solamente con vacunas vivas frente a la Enfermedad de Gumboro: Entre los 7-14 días de edad.
  2. Vacunación de pollos procedentes de madres vacunadas con vacunas inactivadas frente a la Enfermedad de Gumboro: Entre los 14-17 días de edad.
  3. Vacunación de futuras ponedoras procedentes de madres vacunadas solamente con vacunas vivas frente a la Enfermedad de Gumboro: Entre los 14-21 días de edad.
  4. Vacunación de futuras ponedoras procedentes de madres vacunadas con vacunas vivas e inactivadas frente a la Enfermedad de Gumboro: Entre los 21-28 días de edad.

El programa de vacunación expuesto se basa en el hecho de que, a estas edades, los niveles de MDA en esa progenie en particular han disminuido suficientemente (log² título VN entre aproximadamente 7,0 y 8,5) para vacunar a las aves con Nobilis Gumboro228E, pero todavía son suficientemente altos para protegerlas frente a la infección con el virus de campo.